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¿Existe el racismo en la publicidad?

La presencia del racismo en la publicidad ha sido una realidad desde hace décadas. La utilización del racismo como una herramienta para justificar la dominación colonial, el jingoísmo y el genocidio ha sido comúnmente utilizada por los países europeos desde el siglo XIX. El simple hecho de no representar la diversidad racial en la publicidad ya es una forma de racismo, y se acentúa aún más cuando se presenta a una persona blanca como la representación de la sociedad del "bien" y a una persona negra como la representación de todo lo contrario. Aunque esta tendencia ha ido cambiando en los últimos años gracias a las manifestaciones de la sociedad, aún hay marcas que continúan promoviendo mensajes racistas.

La publicidad es como un juego de espejos, la sociedad se ve reflejada en los anuncios y, a su vez, la publicidad muestra la realidad de sus consumidores. Un estudio sobre prejuicios e inclusión en la publicidad encontró que es más frecuente ver a modelos blancos haciendo de trabajadores en los anuncios.

Hoy en día, es común ver la inclusión de personas negras en la publicidad, como en los anuncios de belleza, por ejemplo. Sin embargo, aún hay marcas que promueven mensajes racistas. En 2017, un anuncio de Dove mostró a una mujer negra que al quitarse la camiseta se transformaba en una mujer blanca, lo que recordó a muchos consumidores los antiguos anuncios de jabón que retrataban a los negros como sucios. Tras las quejas recibidas, la campaña se canceló y Dove comenzó a revisar sus contenidos publicitarios.

Otro ejemplo de publicidad racista fue una campaña de Dolce & Gabbana para el mercado asiático, en la que aparecía una modelo china intentando usar palillos para comer comida italiana. Esto ofendió profundamente a los consumidores de lujo y a las celebridades chinas, que retiraron su apoyo a la marca. Los anuncios fueron retirados, pero las ventas en la región cayeron drásticamente.

Recientemente, Volkswagen también ha sido objeto de críticas por un anuncio en Instagram Stories en el que se veía a una persona negra siendo empujada y manipulada por una mano gigante blanca, mientras se formaba el mensaje 'Der Neue Golf', que en un momento se transformaba en una palabra utilizada comúnmente como insulto hacia las personas de color.

Para acabar con el racismo en la publicidad, es necesario que las marcas y las empresas tomen conciencia de la situación y busquen formas adecuadas para la reconstrucción de ciertos valores inculcados en la sociedad. La publicidad tiene un gran poder para influir en la sociedad, y las grandes empresas y los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar que los mensajes publicitarios no fomenten la discriminación racial. También es necesario que se fomente la diversidad en la publicidad y se incluya a personas de todas las razas y etnias para reflejar la realidad de la sociedad.

En resumen, el racismo en la publicidad sigue siendo un problema en la actualidad, pero cada vez hay más marcas que están tomando medidas para eliminar este tipo de mensajes discriminatorios.

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